Los remedios caseros de la abuela

Por: Roxey García

El aspecto más importante de la vida es nuestra salud. Hoy en día, cuando algo va mal en nuestros cuerpos, buscamos una solución al problema a través de la medicación. En el siglo 19 había otros métodos de cómo curar a los enfermos, ya que no había la tecnología avanzada que tenemos hoy en día. Para saber estos métodos que te utilizaban, entrevisté a la señora Amelia Montañez, de 88 años de edad. Amelia me pudo dar algunas recetas para curar. Me conto que una vez a su hija le dio infección de oído, y ella cogió una hoja de bruja, la calentó y al calentarla, botaba un liquido, cogió la hoja y la exprimo en el oído para quitarle la infección.

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Roxey y la Sra. Amelia Montañez

Para los nacidos (pústulas) se utilizaba una hoja de tomate con un poquito de aceite y esto hacia que explotara el nacido. Para los parásitos y las lombrices usaban el aceite de castor, esto lo utilizaban hasta en las escuelas.

Los hospitales para ese tiempo eran municipales por lo tanto no cobraban, por lo menos en donde Amelia vivía, que era en el pueblo de Cayey. Gracias a Dios nunca tuvo una mala experiencia curando a sus hijos. Me contó que cuando a su hija le daba dolor de menstruación le daba té de manzanilla. Para cuando sus hijas tenían catarro fuerte les daba a tomar té de jengibre y se les quitaba el catarro.

Por experiencia propia yo estuve una semana con nauseas y mal estar de estomago, fui al médico y me receto unos medicamentos cual se supone que me hicieran sentir mejor. Los medicamentos no me hicieron nada, estaba igual o quizás peor. Mi bisabuela me dio una receta que me iba hacer sentir mejor. La receta era la siguiente: miel, limón y harina de trigo. Me lo tome y al poco tiempo ya me sentía mejor.


También me dio unas recetas para cuando tenga dolor de cabeza, simplemente coges la borra del café, la pones en una venda y te lo colocabas en la cabeza. Este remedio casero, mi bisabuela lo conoce de toda la vida gracias a su madre y ahora yo tengo este conocimiento el cual puedo pasar ahora a mis hijos.

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